PISA es un estudio trienal que evalúa los desempeños de jóvenes de 15 años que asisten a la educación media (liceo, escuela técnica o UTU, 7.o, 8.o y 9.o de escuela rural) en buena parte de los países del mundo. En su última edición, en 2018, participaron aproximadamente 600.000 estudiantes de 79 países y economías.
La evaluación se enfoca en valorar en qué medida estos estudiantes pueden aplicar sus conocimientos sobre determinadas áreas en contextos no necesariamente familiares, pero sí auténticos, y resolver problemas.
Propone actividades que permiten evaluar las competencias en lectura, matemática y ciencias, y también en áreas transversales diferentes en cada ciclo, como resolución de problemas (2003 y 2012), resolución colaborativa de problemas (2015), competencia global (2018) y pensamiento creativo (2022).
Además, PISA releva información sobre los llamados factores asociados a los desempeños, es decir, aquellos aspectos que permiten comprender e interpretar los resultados alcanzados por los estudiantes en contexto.
Así, recopila información sobre los centros educativos: población que asiste a ellos, gestión del centro, plantel docente, recursos disponibles, tamaño de los grupos, entre otros aspectos.
También indaga sobre las características de los estudiantes y sus hogares: nivel socioeconómico y cultural de sus hogares, presencia de necesidades educativas especiales, motivaciones, estrategias de aprendizaje, relacionamiento de las familias y estudiantes con el centro educativo, experiencias de estudiante con sus pares y docentes, por citar algunos ejemplos.
Con estas bases, PISA facilita elementos para una reflexión informada sobre el sistema educativo nacional y sus logros, aportando a la transparencia y el debate público, así como al análisis y el diseño de políticas educativas.